Cuando me preguntan que por qué no hago las cosas como se hacían antes si a muchos los criaron así, incluso a mí y no salí “tan mal”, yo me pregunto:
Y si mejor…
Les hablamos con respeto.
Explicamos con paciencia.
Respetamos sus tiempos.
Los escuchamos con atención.
Los abrazamos más.
Aprendemos de ellos.
Respetamos su cuerpo.
Aceptamos su individualidad.
Y si mejor criamos niños que de adultos no tengan que recuperarse de su infancia?
Y si mejor dejamos de criar niños que de grandes no estén “tan mal”?